El arquitecto, diseñador y creador del Real Club de Regatas de Santiago de la Ribera, uno de los símbolos más caracetrísticos del Mar Menor, nos visitó para compartir recuerdos y recibir nuestros respetos. Don Fernando Garrido Rodríguez, de 82 años, conserva la vitalidad de aquellos años en que unos cuantos amigos soñaron con un edificio que rindiera culto al mar y las personas que lo aman.
Nos esperaba con un regalo. Un breve escrito, casi un poema, que describe la obra arquitectónica:
Contaba con mar, cielo y brisa. También contaba con la alegría y el entusiasmo de todos los que sentían la mar, desde el Presidente del Club hasta el último grumete. ¿Qué tenía que crear? Con mar: algo que navegue. Con cielo: algo que recorte su silueta. Con brisa: velas y velas. Ya tenía la idea: clara, definida y sencilla. Lo demás, que es el desarrollo de la idea, es el oficio. Y hasta ahora ha resistido todos los temporales humanos.
Durante la visita a nuestro Club, que está pasando por una etapa de rehabilitación, don Fernando nos compartió su admiración por don Ramón Ojeda Valcárcel, el presidente que hizo posible la construcción de nuestro edificio. Contento de comprobar que en las obras se ha respetado el diseño orginal, el arquitecto fue recordando alguno de los retos más duros de la construcción del Club y aportando soluciones a los que se nos presentan ahora. El arquitecto José Francisco Sánchez Cánovas, a cargo de las rehabilitaciones actuales, quiso estar presente y estrechar la mano de don Fernando.
Don Fernando Garrido Rodríguez,Premio Nacional de Arquitectura 1968 por la Escuela de Artes y Oficios de Algeciras, sigue en activo, trabajando en la arquitectura de su vida y dibujando y pintando, que es su otra pasión. Nos comprometimos todos a forjar una relación más cercana, y como creador y socio de honor, tiene las puertas de nuestro Club abiertas siempre que desee regresar a navegar el Mar Menor desde su obra.
Una visita que nos honra y nos compremete aun más con el cuidado de nuestro querido Real Club de Regatas de Santiago de la Ribera.
